Después de mi estancia en Soloy aun me quedaban por pasar un par de semanas mas en Panamá, así que un par de días me fui Taboga, es una pequeña isla que es encuentra en la bahía de Panamá a una hora en ferri desde Amador. Era Domingo, y el ferri estaba lleno, se nota que es uno de los destinos de playa de la gente de Panamá ciudad, y es que aunque la ciudad esta al lado del Pacifico, salvo la pequeña playa del casca viejo no existen muchas oportunidades mas de pisar playa en las cercanías de la ciudad.
El barco sale a las 8 de la mañana, el recorrido trascurre entre los barcos que esperan su turno de paso por el canal, dura cosa de una hora, existe otra posibilidad para hacer el viaje, es un catamaran que hace el recorrido en media hora, pero andaba de vacaciones y no tenia ninguna prisa, así que me decidí por la opción lenta.
Después de desembarcar y de camino al hotel, el muelle y al fondo «El Morro», un islote en el que hacia 1840 se construyo un astillero del que queda algún resto.
Ya después de dejar los pocos trastos que llevaba en el hotel, me di una vuelta por el pueblo. Me encontré varios altares.
Y termine al lado del mar, pero mi intención no era precisamente tostarme en la playa, así que pase de largo y un poquito mas adelante me encontré con un rincón que me dio para pasar un ratillo haciendo alguna foto, lastima que no llevaba trípode, así que nada de efecto seda.
Después de esto media vuelta y ha cruzar la isla, es pequeña, y en menos de media hora había llegado al otro lado.
Desde aquí no queda mas remedio que volver por el mismo sitio, pues no se puede dar la vuelta a la isla que es lo pretendía. Si me había fijado en un camino que salia hacia la parte de arriba de la isla, y después de preguntar a un lugareño hacia allí que me fui. Desde arriba, unos pocos de los barcos que esperan su turno de paso por el canal.
Desde alli si que hay una camino que da la vuelta a la isla, y atraviesa lo que después supe que es una reserva de pelícanos, este no levantaba el vuelo, y aunque no le gustaba mucho que me acercase, pude hacerle alguna foto.
Ya después de comer me di una vuelta por la playa, en esta parte es mas roca que arena.
A estos si que te los encuentras por casi todos los lados.
Y mas tarde cuando la playa ya estaba vacía, pues el ultimo barco ya se había ido hacia Panamá, me fui hacia el Morro y me encontré con varios restos de lo que fue el astillero, un ancla.
Y una rueda.
Poco después a cenar, y como todos los locales turísticos habían cerrado, me fui la bar del pueblo y aun hubo tiempo de tres o cuatro cervezas. Al día siguiente, desde la puerta de hotel el mar parecía una balsa de aceite, estuve contando los barcos que veía, unos 50.
Y como tenia toda la mañana hasta que saliese el barco de regreso me fui a un alto al que no había subido el día anterior, desde donde se tiene una magnifica vista del pueblo de Taboga.
