Lluvia
Parecía que no, pero al final llegó la lluvia, y la verdad es que llovió estupendamente, cosa de 120 l/m. a un ritmo ideal, salvo en algún momento puntual, (que mira por donde mi pillo a mí en mitad de la calle, y acabé como una sopa) en el que parecía que como dice Abraracurcix el cielo se desploma sobre nuestras cabezas.
Así que tocaba dar una vuelta a ver como estaba el monte. Y estaba empapado, con las gotas de agua desprendiéndose de las ramas.